ELLA Y MARILYN.

Gris entre Rosas amargas fue tu vida, como tú misma. Siempre quisiste ser lo contrario a lo que la gente pensaba de tí y eso querida Marilyn es muy difícil. Pero no, tú; tu constancia y tu cabezonería; tú, sola tú y tristemente tú; simplemente tú; LA MEJOR, lo superaste. Fuiste lo contrario a lo que creíamos o, quizá deseamos que hubieras sido. Tras el perímetro o radio simple y estrecho de hombre: "una de las mujeres mas deseadas de la historia a la vez que inaccesible"; a simple vista una típica rubia más, pero todos estábamos equivocados. Los soldados desterrados entre mosquitos y fango en Korea fueron los últimos en darse cuenta, muchos de ellos no tuvieron tiempo para plantearse algo más allá que la visión de tu endiablado pelo. A los treinta y seis años, un cinco de Agosto posiblemente Domingo como hoy tú, que imagino tendrías muy pocos domingos en tu vida, un melancólico día de agosto con rostro de pálida luna (cálido como el mar infinito), te fuiste para siempre y a la vez te quedaste eternamente entre nosotros. Querida Marlyn; parece que fue ayer cuando pegaste un portazo seco; duro; ruidoso como tus momentos y te marchaste para siempre. 
En realidad el fin de estas inútiles letras, es el siguiente: quiero que sepas, que aquél que torpemente intenta escribirte, le faltaba una década para llegar a este mundo cuando tú, querida Marilyn, ya te habías marchado; cómo puede pasar el tiempo tan rápido y cumplir medio Siglo de ausencia y tu teléfono  seguir descolgado?. La verdad es que parece que fue ayer, pero por desgracia sólo es una ficción y tú y solo tú puedes llegar a entender el significado de la apariencia.