miércoles, 2 de diciembre de 2015

HANNAH Y SUS HERMANAS.


Hannah, Lee y Holly.

Director: Woody Allen. Año 1986.
Actores principales: Woody Allen; Mia Farrow; Michael Caine; Barbara Hershey y Dianne Wiest.
Premios: 3 Oscars: actor sec. (Caine), actriz sec. (Wiest) y mejor guión.

Nueva York, a mediados de los ochenta, es el centro de todo: vanguardista, gran metrópolis, poblada de librerías, taxis amarillos como protagonistas; en esta película se muestra desde un punto de vista real, sus edificios más bellos, románticos y sorprendentes encajados perfectamente dentro de la gran ciudad viviéndola intensamente a lo largo de las cuatro estaciones del año.
El ambiente es bullicioso, sus personajes son histéricos, con altibajos e inseguridades,  enrevesados y complejos
La selección musical es exquisita, con J.S. Bach siempre presente al fondo de la trama.
Hay una escena donde los padres de Hannah se reprochan toda una vida juntos; “él no tiene nada más que fachada, cómo iba a interpretar un papel si no tenía nada dentro” –le dice la mujer- las infidelidades, las peleas, quisieron tener hijos pero no tenían ganas de criarlos, surge la melancolía que da paso al abismo.
Hannah con sus padres.
Wody Allen es un publicista de TV estresado, frenético, un ser hipocondriaco; se pasa la película de médico en médico, comenta "ahora en vez de ser marido y mujer, solo somos buenos amigos; el amor es realmente imprevisible” “el único conocimiento alcanzable para el hombre es que la vida no tiene sentido" “me da pena de los sacrificios que hacen las personas con sus bicis, corriendo con sus carnes en lo alto.”
La mujer -Farrow- hace preguntas al marido: “¿Que te pasa? ¿Estás de mal humor? ¿Estás enfadado conmigo? ¿Estas enamorado de otra? ¿Puedo ayudarte? El marido – Caine- responde ¿Porqué me haces estas preguntas? no te merezco...”
Nada nuevo.
Sin duda una de las mejores películas del director neoyorkino cabalgando entre lo trágico y lo cómico; Allen en estilo puro, es como ver su extensa obra comprimida, codificada y resumida.
Cada año en el día de acción de gracias, se reúnen y observan de nuevo sus vidas cambiadas.
Muy atentos al vestuario y sobre todo a los abrigos que circulan en el duro invierno de Manhattan.

Clave : poema de la página 112, "nadie, ni siquiera la lluvia tiene las manos tan pequeñas".
Librerías, abrigos, encuentros casuales.
Allen y Wiest.

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